APRENDIENDO EN EL DOLOR SOBRE FELICIDAD
Pensar que ser feliz es un trabajo maravilloso que comencé a
construir el día más negro de mi vida. Recuerdo cuando niña mientras estaba a punto
de pasar por alguno de los exámenes dolorosos a los cuales tenía que ser
sometida, mi mamá hacía ver que estaba dentro
de un mundo mágico, que a pesar del dolor podíamos soñar…
Pensar que ser feliz es un camino que se inicia cuando
decides serlo, una noche oscura cuando sentía que mi vida no tenía sentido, que
el dolor era tan grande que no podría ser capaz de soportarlo… me sentía tan
rota por dentro que creí que no tenía ni una sola pieza de donde sostenerme …
terminar con el dolor parecía sinónimo de terminar con la vida… probablemente
fue la noche más oscura que hasta hoy me ha tocado vivir … me sumergí en el
dolor más profundo y lloré como un niño asustado, abrazada a mi almohada hasta
quedar dormida. Por primera vez no me resistí al dolor y “Acepté” la idea de
que la vida tiene noches oscuras y que del dolor no se huye… Desperté siendo
libre por primera vez.
Han pasado algunos años … y en estos años de ausencias, de
silencios irreconciliables, de pérdidas y de dolor, mi corazón volvió amarse,
se transformó, soñó y alcanzó muchos
sueños.
En este mes decidí hablar de la felicidad, la cual creí que era esquiva por mucho tiempo porque no me enseñaron a
reconocerla en lo simple, en la oscuridad
o en tu mirada, este mes me enfrenté a pérdidas, a noticias dolorosas y
hasta volví a sentir el corazón roto.
¿Qué cambió?
Mi mirada, tener la capacidad de autodistanciarme y resignificar, mi
confianza. Confianza puesta en la perfección de este mundo, Ser feliz requiere valentía
para serlo, se trata de aceptación de una realidad que muchas veces duele, de
estar presente en el “Aquí y Ahora” …
¿Te atreves a ser
feliz hoy?
Comentarios
Publicar un comentario