APRENDIENDO A SER COACH

Soy una combinación letal de ignorancia, dislexia y TDH, soy una apasionada por compartir mi historia, soy una mujer con poco talento y con mucha pasión y soy más que eso! Durante muchos años me escondí al escuchar las severas críticas de mis profesores de escuela, acerca de mi forma de percibir el mundo y mi forma de comunicarlo.  No pretendo que este manifiesto sea una excusa y en mi búsqueda de alguna explicación lógica o medianamente razonable a mi poco talento y a mi gran pasión surge esta reflexión. “No sé escribir” y cuando lo digo muchos no me creen, ¡es que realmente no sé! Probablemente producto de mis ausencias en clase, creo que perdí todas las clases en las cuales enseñaban las  reglas gramaticales y de sintaxis . En tercero de primaria una maestra me diagnosticó dislexia y nunca me dieron ningún tipo de tratamiento, ya de adulta y trabajando, le pedí a una psicóloga que me hiciera algún test para que me ayudara a mejorar mi escritura y me dio otro diagnóstico: T

Encuentro las redes saturadas de servicios de “Coaching” en todas sus formas y modalidades, con aparentes efectos instantáneos y trasformadores. Recibo muchos mensajes de cómo un taller de “Coaching” les cambió la vida y me preguntan en dónde pueden estudiar y formarse como “Coaches” para cambiar la vida de otros como pasó con ellos”. Algo muy similar experimento en el mundo empresarial: la sobreoferta de un servicio que pareciera el “SANTO GRIAL DE LA SOCIEDAD MODERNA”. ¿Qué es éste  fenómeno  que está de moda en todo el mundo y pareciera ser la solución a nuestros problemas existenciales? Para mí, este fenómeno “comercial”, con muy poco fundamento filosófico y antropológico, no es más que una parada en nuestra cotidianidad, un minuto para dejar de hacer y comenzar a  Ser  , buscar razones de ¿por qué lo haces?.  No hay misterios ocultos en el escabroso subconsciente donde entraremos y viviremos en un taller de 2 horas una experiencia transformadora y duradera. El santo gr